Si se pudiese resumir en dos palabras el concierto de Chayanne, estas serían calidad y precisión.
Las 30 toneladas en equipos de última tecnología ocupadas en el show, que llegaron el lunes pasado, justificaron su utilidad en un espectáculo impecable. El concierto fue la noche del jueves, en el coliseo Rumiñahui, de Quito. Puntual, como es su costumbre, Chayanne saltó al escenario en medio de paneles luminosos que ambientaban cada tema.